Como hemos explicado en el vídeo, para
realizar el vendaje de LCA hemos utilizado, principalmente, Tape, que es un
tipo de vendaje inelástico y adhesivo, con el fin de limitar la articulación de
la rodilla en los últimos grados de extensión, con el fin de evitar la presión
sobre este ligamento cuando está dañado, o podamos creer que puede sufrir algún
tipo de daño.
¿Cuándo podemos utilizar este vendaje? Muy
fácil. Principalmente, antes de realizar actividad deportiva, donde, como hemos
dicho, encontremos que el tejido está dañado o bien que podamos pensar que
puede dañarse.
¿Podemos dejar que un deportista siga
haciendo deporte pese a tener el LCA roto? Depende, pero no tiene por qué ser
una lesión que nos impida realizar la práctica deportiva, a no ser que, por
diferentes motivos, esté contraindicado. Lo que está indicado casi siempre es
fortalecer el miembro inferior de la pierna lesionada (cuádriceps, glúteo
medio) con el fin de asegurar una mejor recuperación para el paciente. En estos
casos (deportistas que siguen haciendo deporte pee a tener LCA roto, ejercicio
preoperatorio…) es donde debemos usar el vendaje, con dos fines principales, el
primero el evitar la hiperextensión de rodilla (que es donde más sufre el LCA)
y la segunda proporcionar más seguridad al paciente mientras sigue realizando
su práctica deportiva. Es conocido, que, si el paciente está de acuerdo, un
vendaje aporta gran sensación de seguridad e inhibe cierto componente de miedo
que impediría realizar al 100% la actividad propuesta.
Entendemos que, para un profesional de la
fisioterapia, es igual de importante dar un buen tratamiento, seguridad al
paciente y tener una base de conocimiento íntegra, como no abusar de los
tratamientos, hacer las labores de otros profesionales (médico, preparador físico…)
como no derrochar en el gasto de sus propios bienes y costes.
No queremos decir que, siendo más beneficioso
un producto más caro sobre uno más barato, no utilicemos ese, sino que,
utilizando los mejores productos en el tratamiento del paciente, no derrochemos
los mismos.
Esto puede llegar de muchas formas, por
ejemplo, con el paso de los años, no utilizaremos tanto tape para realizar un
vendaje, sabremos cuantos refuerzos requiere cada uno en especial… En fin,
seremos capaces de conocer a la perfección cuándo, cómo y por qué realizaremos
los tratamientos y además los haremos de la forma más eficiente.
En este caso en especial, como medida para
evitar este gasto y sin dejar de dar un buen tratamiento o menos eficiente que
el otro, hemos propuesto una forma de hacer los cierres de una vez y no ir
cerrando cada tira, ya que esto supondría al final unas 4-5 tiras más de las
que hemos utilizado.
¿Qué conseguimos con esto? A corto plazo,
ahorrar unos céntimos por vendaje, lo cual no parece excesivamente importante y,
como ya hemos comentado, no tiene que ser ese un objetivo prioritario, aunque
vendrá bien a nuestros bolsillos. A largo plazo, y aquí es donde cobra gran
importancia, será crear una serie de hábitos que, con el paso del tiempo
realizaremos de forma automática y conseguiremos una gran rutina que nos hará,
como ya hemos avanzado antes, ser más eficientes.
¡Espero que hayáis disfrutado de estos post y que os sirvan de ayuda!
Miguel Mallo
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